Tu amor no tiene fin, porque no solo nos perdonas, sino que nos limpias y te olvidas de lo que hicimos y anhelas bendecirnos con bondad, misericordia y amor.
Ayúdame a vivir este día como tu hijo, que los demás vean en mí el gozo y pasión por ti mientras busco vivir para honrarte. En el nombre de Jesús. Amén.
Salmos 86:5
Dios mío, tú eres bueno y sabes perdonar; ¡qué grande es tu amor por los que te buscan!
Nuestros actos de amor, revelarán que Jesús vive en nuestros corazones.