El plan de Dios es traernos felicidad eterna. Cuanto más aprendemos acerca de Sus planes, más nos damos cuenta de que no podemos regresar solos a Él.
Él hace que cada pecado, cada error que cometas en las pruebas de tu vida, desaparezca y sea olvidado por medio de Jesucristo. Esto requiere un verdadero arrepentimiento. También requiere el bautismo y recibir el Espíritu Santo y un esfuerzo constante para volver a Dios. Pero a través de Jesucristo, quien está en el centro del plan de Dios, puedes.
Estás en esta tierra para mejorar, para venir a Dios y encontrar la felicidad. Al seguir el plan de Dios y Sus mandamientos, puedes experimentar gozo ahora y durante toda tu vida.