Bendeciré al Señor con toda mi alma. ¡Cuán grande eres, Señor y Dios mío! Te has vestido de gloria y esplendor; Te has envuelto en un manto de luz.
Tú extendiste el cielo como un velo.
Conviertes las nubes en tu carro; viajas sobre las alas del viento. Los vientos son tus mensajeros y las llamas de fuego tus servidores.
¡Cuántas cosas has hecho, Señor! Todas las hiciste con sabiduría; la tierra está llena de todo lo que has creado.
La gloria del Señor es eterna. El Señor se alegra en su creación.
Mientras yo exista y tenga vida cantaré himnos al Señor mi Dios.