¿Alguna vez has estado en una situación difícil? Donde se te ha tratado injustamente, donde te han culpado de algo donde tu eres inocente.
Imagínate que nunca has robado nada, pero aún así eres tratado como un ladrón. Nunca has hecho cometido un delito, pero aún así te tratan como un a un criminal.
Esto fue lo que vivió Jesús. Aún cuando Él era inocente, sin pecado, fue declarado como pecador, como un ladrón deshonesto y con malas intenciones.
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” 2 Corintios 5:21″
Por nosotros; Jesús, que no conoció pecado se hizo pecado para justificarnos y salvarnos. Aunque Jesús era perfecto, por amor a nosotros se convirtió «en pecador» y tomo el lugar que nos correspondía. Él llevo nuestros pecados a la cruz.
Su sacrificio trajo libertad y perdón a nuestra vida. ¿Crees que alguien te ama más que Jesús?
Por amor a ti, Él decidió aceptar esa injusticia y sufrir en esa cruz. Que más grande prueba que esa, morir de acusado como pecador, de nuestros pecados. Esa es la prueba más grande de amor que alguien a hecho por la humanidad.
¿Tú que estás dispuesto a pasar por Jesús en tu vida? ¿Estás dispuesto a pasar injusticias por su nombre? ¿Estás dispuesto a dar tu vida a Dios por amor a Él?
Muchas veces queremos sus bendiciones pero no estamos dispuesto a dar o hacer nada por Jesús. Pero cuando reconoces el sacrificio que Él hizo por ti, y lo que estuvo dispuesto a pasar por amor, empiezas a agradecer y confiar en lo que Dios tiene para ti. Empiezas a ver milagros sobrenaturales en tu vida.