1. Yo soy la vid y mi Padre el Labrador,
Vosotros pámpanos, dice el Salvador.
Estad en mí (estad en mí) Y yo en ti (y yo en ti)
Y fruto llevaréis; Porque sin mí(porque sin mí)
Nada podéis (nada podéis) hacer jamás.
Dios nos ha puesto los frutos a llevar
Que permanezcan como un testimonio a él.
2. El que estuviere en la vid le limpiará,
Para que frutos abunden más y más.
Luego pedid (luego pedid) Sin desmayar (sin desmayar)
Todo lo que deseáis; El Dios de amor (el Dios de amor)
A quien amáis (a quien amáis) os lo dará.
Glorificado así mi Padre es en que lleváis
mucho fruto y seáis siempre fiel.
3. Por mis palabras vosotros limpios sois;
Con el amor de mi Padre amo yo.
Dejad mi amor (dejad mi amor)
Siempre brillar (siempre brillar)
Con todo su fulgor; Grato será (grato será)
Obedecer (obedecer) mi voluntad.
Todo mi gozo en vosotros estará
Y vuestro gozo con fruto cumplido será.