1. ¡Despertad, despertad, oh cristianos!
vuestro sueño funesto dejad,
Que el cruel enemigo os acecha,
y cautivos os quiere llevar.
¡Despertad! las tinieblas pasaron;
de la noche no sois hijos ya,
Que lo sois de la luz y del día,
Y tenéis el deber de luchar.
2. Despertad y bruñid vuestras armas;
vuestros lomos ceñid de verdad,
Y calzad vuestros pies aprestados
con el grato evangelio de paz.
Basta ya de profundas tinieblas,
basta ya de pereza mortal;
Revestid, revestid vuestro pecho
de la cota de fe y caridad.
3. La gloriosa armadura de Cristo
acudid con anhelo a tomar;
No temáis, pues el dardo enemigo
no la puede romper ni pasar.
¡Oh cristianos, antorcha del mundo!
de esperanza el yelmo tomad;
Embrazad de la fe el escudo
y sin miedo corred a luchar.
4. No temáis, pues de Dios revestidos,
¡Qué enemigo venceros podrá,
Si tomáis por espada la Biblia,
la Palabra de Dios de verdad?
En la cruz hallaréis la bandera,
en Jesús hallaréis Capitán;
En el cielo obtendréis la corona:
¡A luchar, a luchar, a luchar!