La Promesa de Dios: No Estás Solo

Querido hermano, hermana en Cristo, hoy quiero hablarte de una promesa poderosa que Dios ha dado a su pueblo. En momentos de dificultad, cuando el camino parece oscuro y el futuro incierto, es fácil sentirnos solos. Pero quiero recordarte algo que cambia todo: Dios está contigo. Su promesa es clara y firme: «No te dejaré, ni te desampararé» (Hebreos 13:5).

La vida cristiana no está exenta de pruebas, pero en medio de ellas, tenemos la certeza de que no caminamos solos. Esa es la promesa que fortalece nuestra fe, que nos da esperanza para seguir adelante, y que nos recuerda que, aunque el mundo cambie, Dios permanece fiel.

1. La Presencia de Dios en los Momentos Difíciles
Cuando estamos pasando por momentos difíciles, a veces sentimos que todo está en nuestra contra. Las adversidades nos rodean, el dolor parece insoportable y la angustia quiere invadir nuestro corazón. Sin embargo, en esos momentos, es cuando más podemos experimentar la cercanía de Dios.

En Isaías 43:2, Dios nos da una promesa clara: «Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.» Dios no promete que no pasaremos por dificultades, pero sí nos asegura que estará con nosotros en cada paso. No importa lo que enfrentes, Él caminará a tu lado.

2. La Fuerza en la Promesa de Su Presencia
La presencia de Dios es nuestra mayor fuente de fortaleza. David, en medio de la adversidad, encontró consuelo y seguridad al saber que no estaba solo. En Salmo 23:4, dijo: «Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.» ¡Qué maravilloso es saber que, aún en el valle más oscuro, Su luz nos guía!

Hoy, quiero animarte a que pongas tu confianza en la promesa de Su presencia. En los momentos de soledad, duda o miedo, recuerda que no estás abandonado. Dios está contigo, y Su poder está disponible para ayudarte a superar cualquier obstáculo que enfrentes.

3. El Consolador, El Espíritu Santo
La promesa de la presencia de Dios no es solo una promesa de compañía, sino también de consuelo. Jesús, antes de ascender al cielo, le dijo a sus discípulos en Juan 14:16: «Y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.» El Espíritu Santo es nuestro Consolador, quien nos da paz en medio de la tormenta, quien nos fortalece cuando estamos débiles y quien nos guía cuando no sabemos qué hacer.

El Espíritu Santo no solo está con nosotros, sino que mora en nosotros. Él intercede por nosotros y nos ayuda a mantenernos firmes en la fe. ¡Qué bendición es saber que, a través del Espíritu, Dios no solo camina junto a nosotros, sino que está en nosotros!

4. La Seguridad de Su Amor Inquebrantable
Nada ni nadie puede separarnos del amor de Dios. En Romanos 8:38-39, el apóstol Pablo nos recuerda: «Estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni lo presente, ni lo porvenir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.»

Esto es lo que nos da esperanza. En medio de los desafíos, en medio de las lágrimas, podemos estar seguros de que el amor de Dios por nosotros es inmenso e inquebrantable. Su amor nunca nos fallará, y Él siempre nos tomará de Su mano.

Oración
Padre Celestial, gracias porque en medio de cualquier circunstancia, puedo confiar en Tu promesa de estar conmigo. Te pido que fortalezcas mi fe y me llenes de paz, sabiendo que no importa lo que venga, Tú siempre estarás a mi lado. En el nombre de Jesús, amén.

Celebrando la Resurrección de Cristo con Esperanza y Renovación

Hoy celebramos el evento más significativo en toda la historia de la humanidad: ¡la resurrección de nuestro Señor Jesucristo! Es un día lleno de gozo, esperanza y renovación, pues en esta fecha conmemoramos el triunfo de la vida sobre la muerte, la victoria sobre el pecado y la promesa cumplida de salvación para todos los que creen.

En este día de resurrección, recordemos que Jesús no solo resucitó hace más de dos mil años, sino que también vive hoy en nuestros corazones. Su poder transformador nos renueva cada día, dándonos fuerzas para enfrentar los desafíos de la vida con valentía y fe.

Recordemos las palabras del apóstol Pablo en 1 Corintios 15:20, que nos dice: «Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.» Esta verdad fundamental nos llena de esperanza, pues sabemos que así como Cristo resucitó, también nosotros resucitaremos con él en su venida.

En este día de resurrección, renovemos nuestra fe en el poder de Cristo para transformar nuestras vidas. Dejemos que su amor inunde nuestros corazones y nos llene de gratitud por su sacrificio redentor en la cruz. Que su resurrección sea para nosotros un recordatorio constante de que no hay situación tan oscura que su luz no pueda iluminar, ni problema tan grande que su poder no pueda resolver.

¡Que la paz y el gozo del Señor resucitado llene sus hogares y corazones en este día de Pascua! ¡Que la esperanza que encontramos en su resurrección nos guíe y fortalezca en todo momento!

La grandeza de Dios

¡Bendito seas tú…nuestro Padre desde la eternidad y hasta la eternidad!

Tuyos son, oh Señor, la grandeza, el poder, la gloria, el esplendor y la majestad; porque tuyas son todas las cosas que están en los cielos y en la tierra.

Tuyo es el reino, oh Señor, y tú te enalteces como cabeza sobre todo.

Y ahora, oh Dios nuestro, nosotros te damos gracias y alabamos tu glorioso nombre.

Señor nuestro, ¡cuán grande es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos.

De la boca de los pequeños y de los que todavía maman has establecido la alabanza frente a tus adversarios, para hacer callar al enemigo y al vengativo.

Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has formado,

Digo: ¡Qué es el hombre, para que de él te acuerdes; y el hijo de hombre, para que lo visites?

Celebrarán los cielos tus maravillas, oh Señor, tu verdad también en la congregación de los santos.

Dios temible en la gran congregación de los santos, Y formidable sobre todos cuantos están alrededor de él.

Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; cantaré de ti entre las naciones.

Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, y hasta las nubes tu verdad.

Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea tu gloria.

El Éxito Comienza con tus Pensamientos

«Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo». 2 Corintios 10:5 NVI

Nadie tiene éxito en ninguna empresa simplemente deseando que lo fuera. Las personas exitosas hacen un plan y se hablan a sí mismas sobre ese plan constantemente. Puede pensar las cosas a propósito, y si hace que lo que piensa coincida con lo que realmente quiere hacer, es posible que sus sentimientos no le gusten, pero seguirán adelante.

Anoche dormí muy bien, y cuando me desperté a las 5:00 a.m., no tenía ganas de levantarme. Era tan acogedor bajo la cubierta esponjosa, y sentí ganas de quedarme allí. Pero tenía un plan. Había decidido cuántas horas escribiría hoy, y para hacerlo tuve que levantarme. Pensé, me voy a levantar ahora, ¡y me levanté!

¿Hace un esfuerzo por elegir sus pensamientos, o simplemente medita sobre lo que sea que se le ocurra, incluso si está en total desacuerdo con lo que ha dicho que quiere de la vida? Cuando sus pensamientos van en una dirección incorrecta, ¿los captura y los presenta a Cristo como lo instruye la Biblia (ver 2 Cor. 10: 5)?

Quiero animarlo hoy, la buena noticia es que puede cambiar. Como he dicho durante años, estamos en una guerra y la mente es el campo de batalla. Ganamos o perdemos nuestras batallas en función de ganar o perder la guerra en nuestras mentes. Aprende a pensar de acuerdo con la Palabra de Dios, y tus emociones comenzarán a alinearse con tus pensamientos.

Si ha tenido años de experimentar pensamientos erróneos y dejar que sus emociones lo guíen como yo, hacer el cambio puede no ser fácil, y definitivamente requerirá un compromiso de estudio, tiempo y esfuerzo. Pero los resultados valdrán la pena. No diga: «Solo soy una persona emocional y no puedo evitar lo que siento». Tome el control. ¡Puedes hacerlo!

Confíe en Él Mantenga sus pensamientos en línea con el plan que Dios tiene para su vida: un plan para prosperarlo y no para hacerle daño (ver Jer. 29:11). Toma el control de tus pensamientos confiando en Él.

Autor: Joyce Meyer

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