1. Nunca, Dios mío, cesará mi labio
De bendecirte, de cantar tu gloria,
Porque conservo de tu amor inmenso grata memoria.
2. Cuando perdido en mundanal sendero,
No me cercaba sino niebla oscura,
Tú me miraste, y alumbróme un rayo de tu luz pura.
3. Cuando inclinaba mi abatida frente
Del mal obrar el oneroso yugo,
Dulce reposo y eficaz alivio
Darme te plugo.
Pista
Estas letras son propiedad de sus respectivos artistas, autores y compositores, y están destinadas únicamente a fines de estudio privado.
LETRA: Charlotte Elliott, 1834, trad. Juan Bautista Cabrera, 1876. MUSICA: Frederick F. Flemming, 1811.