1. ¡Ardan nuestros corazones
adorando al Salvador,
Y en amor ferviente unidos,
busquen paz en el Señor!
De su cuerpo somos miembros,
de su luz reflejo fiel:
Entre hermanos es Maestro,
suyos somos, nuestro es él.
2. Oh, Amor, tú has ordenado
que arda nuestro corazón;
Vivifica nuestras almas,
líbralas de confusión.
¡Prende tú la llama viva
del amor que así unirá
A los hijos que ha engendrado
nuestro Padre celestial!
Pista
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LETRA: Nikolaus L. von Zinzendorf, 1723, trad. Juan Alberto Soggin.