Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca
de los que duermen, para que no os entristezcáis
como los otros que no tienen esperanza.
Porque si creemos que Jesús murió
y resucitó, así también traerá Dios con
Jesús a los que durmieron en él.
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor:
que nosotros que vivimos, que habremos quedado
hasta la venida del Señor, no precederemos a los
que durmieron.
Porque el Señor mismo con voz de mando,
con voz de arcángel, y con trompeta de
Dios, descenderá del cielo; y los muertos
en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con
ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire,
Y así estaremos siempre con el Señor. Por
tanto, alentaos los unos a los otros con estas
palabras.
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera,
he guardado la fe.
Por lo demás, me está guardada la corona
de justicia, la cual me dará el Señor, juez
justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino
también a todos los que aman su venida.