1. Dios bendiga las almas unidas
por los lazos de amor sacrosanto,
Y las guardé de todo quebranto
en un mundo de espinas y error.
Que el hogar que a formarse comienza
con la unión de estos dos corazones,
Goce siempre de mil bendiciones
al amparo del Dios de Israel.
2. Que el Señor, con su dulce presencia,
cariñoso estas bodas presida,
Y conduzca por sendas de vida
a los que hoy se prometen lealtad.
Les recuerde que nada en el mundo
es eterno, que todo termina,
Y por tanto con gracia divina,
cifrar deben la dicha en su Dios.
3. Que los dos que aquí se aproximan
a jurarse su fe mutuamente,
Busquen siempre en Cristo la fuente
de amor y de dicha inmortal.
Y si acaso de duelo y tristeza
se empañase su senda un día,
En Jesús hallarán dulce guía
que consuelo y paz les dará.