1. Hubo quien por mis culpas muriera en la cruz,
Aún indigno y vil como soy;
Soy feliz, pues su sangre vertió mi Jesús,
Y con ella mis culpas borró.
CORO Mis pecados llevó en la cruz, do murió
El sublime, el tierno Jesús.
Los desprecios sufrió, y mi alma salvó,
El cambió mis tinieblas en luz.
2. El es tierno y amante cual nadie lo fue,
Pues convierte al infiel corazón;
Y por esa paciencia y ternura, yo sé,
Que soy libre de condenación.
3. Es mi anhelo constante a Cristo seguir,
Mi camino su ejemplo marcó;
Y por darme la vida El quiso morir,
En la cruz mi pecado clavó.
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