1. Oh, Señor, procuro en vano
Mi conducta reformar,
Pues ningún poder humano
Santidad me puede dar.
Es mi vida de pecado
Diaria ofensa para Ti;
Pero mi alma ha confiado
En tu sangre carmesí.
2. En tu reino está el contento,
Nada impuro allí entrará;
Sin el nuevo nacimiento
Ningún alma lo verá.
Mira, pues, mi insuficiencia,
Muestra en mí tu gran poder;
Manifiesta tu clemencia
Y de nuevo hazme nacer.
3. Ven, Espíritu divino;
Ven y escucha mi oración;
Ante Ti mi frente inclino
Por mi regeneración.
De ese modo mi esperanza
No vacila y llego a creer
Que la bienaventuranza
En el cielo he de tener.
Estas letras son propiedad de sus respectivos artistas, autores y compositores, y están destinadas únicamente a fines de estudio privado.