Padre nuestro que estas en el cielo, el temor no puede controlar nuestros corazones cuando sabemos que Tú has roto todo pecado y maldición del enemigo.
Llena mi corazón con el gozo y mi mente con tus maravillosas promesas mientras trato de comprender tu amor hacia mí.
Y confieso que No hay regalo más necesario para un mundo que perece que el Salvador que da vida.
Lucas 2:7
Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.