Amado Padre, gracias por la oportunidad que me das en este día de comenzar nuevamente y de permitirme edificar mi vida.
Recuerdo que las grandes naciones de esta tierra y que gozan de prosperidad, fueron edificadas sobre los principios y los valores basados en la Biblia.
No obstante, la Palabra de Dios ya no ocupa el lugar predominante que tuvo en el pasado. Su ética a veces se alaba, aunque la moralidad bíblica se viola flagrantemente.
Ayúdanos Padre, necesitamos hacer algo más que leer la Palabra de Dios. Necesitamos creer la Biblia y poner en práctica sus inspiradas enseñanzas, por amor a nuestras generaciones.
Salmos 119:1-3 TLA
Dios, tú bendices a los que van por buen camino, a los que de todo corazón siguen tus enseñanzas. Ellos no hacen nada malo: sólo a ti te obedecen.