Padre nuestro que estás en los cielos, gracias por el don inmerecido de salvarme del orgullo, la arrogancia, el pecado y la desesperación.
Tenemos que tomar una decisión porque seguir a Jesús y experimentar la libertad que Él nos ha dado tiene un precio, tenemos que hacer muchos sacrificios grandes y pequeños e ir en una sola dirección, en una sola dirección.
Te pido que me uses para ayudar a otros a comprender tu gran amor por ellos. En el nombre de Jesús, amén.
Filipenses 3:7
Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida, por amor de Cristo.