Amado Padre, gracias porque diariamente me has bendecido con muchos regalos maravillosos.
Y que diferente sería el mundo si no fuéramos egoístas y aplicáramos la regla de oro todos los días con nuestra familia, compañeros en el trabajo, vecinos, etc.
Te agradezco inmensamente por haberme tratado con gracia y no con justicia, dame el poder de hacer lo mismo con las personas que encuentro en mi vida, en el nombre de Jesús, Amén.
Mateo 7:12
Traten a los demás como ustedes quieran ser tratados, porque eso nos enseña la Biblia.