Gracias, Señor, por darme una nueva oportunidad de ver mis debilidades y fortalecerme en Tu nombre.
Es fácil ver los defectos de los demás para sentirnos bien con nosotros mismos, pero si nos sentimos bien con los defectos de los demás, no nos conocemos a nosotros mismos.
Ayúdame a comprender que de los errores de los demás debo aprender a ser más consciente de mis debilidades y que necesito el perdón inmerecido de Dios.
2 Samuel 12:7
Entonces Natán dijo a David: Tu eres aquel hombre.